LA PUBLI
Harto estaba el príncipe de ver tanta televisión
Tenia empacho de fútbol y balón
Parecía que desde su infancia más tierna
No había variedad en ninguna cadena
Viendo siempre los mismos programas
Cutres, feos, carcas… y sin ganas
Agarró su corcel color carbón
Que no todos iban a ser blancos, copón
Dispuesto a correr mundo y tierras
Con solo en el bolsillo cuatro perras
Pero una Visa Oro en la cartera
Que para eso era príncipe de carrera
Portaba en la testa gorro tirolés
Y botines con punta pa’ los pies
Calzas carmesí de cierta anchura
Que parecían de atrezzo en gran mesura
De ridículo punto chaleco en el torso
Que le tejió su mamá con gesto amoroso
Cabalga el noble señor
Cabalga con alegría y furor
Cabalga hacia el horizonte
Y encuentra un rinoceronte
Que amaga una bella princesa
En el fondo de una represa
Ya luchan las bestias!!
Ya entrechocan las astas!!
El caballo ya resuella!!
Come el rinoceronte paella!!
Y de un empacho paellero
Muere el rino pendenciero
Rescatada es la damisela
Hecha una autentica pena
Mira a su seguro servidor… digo, salvador
Con ojos de sincero y profundo ardor
Ya queda el príncipe alelado
Y dícele con cara de tonto enamorado
Oh! princesa de desmesurada e imprecisa belleza!
Cuya marítima mirada me hace perder la cabeza!
Oh! Dama de muy generosas proporciones
Y voz no apta para canciones
Oh! Mujer de piernas abruptas y fantástico talle
Con la que no pasearía jamás por la calle
¿Quiereste conmigo casar?
Contesta ya y no me hagas esperar!
¿No ves que sufro y tengo canguelo?
Contesta, responde ya, dí melo!
O mejor no respondas aún, por piedad
Contéstame después de la publicidad.
Harto estaba el príncipe de ver tanta televisión
Tenia empacho de fútbol y balón
Parecía que desde su infancia más tierna
No había variedad en ninguna cadena
Viendo siempre los mismos programas
Cutres, feos, carcas… y sin ganas
Agarró su corcel color carbón
Que no todos iban a ser blancos, copón
Dispuesto a correr mundo y tierras
Con solo en el bolsillo cuatro perras
Pero una Visa Oro en la cartera
Que para eso era príncipe de carrera
Portaba en la testa gorro tirolés
Y botines con punta pa’ los pies
Calzas carmesí de cierta anchura
Que parecían de atrezzo en gran mesura
De ridículo punto chaleco en el torso
Que le tejió su mamá con gesto amoroso
Cabalga el noble señor
Cabalga con alegría y furor
Cabalga hacia el horizonte
Y encuentra un rinoceronte
Que amaga una bella princesa
En el fondo de una represa
Ya luchan las bestias!!
Ya entrechocan las astas!!
El caballo ya resuella!!
Come el rinoceronte paella!!
Y de un empacho paellero
Muere el rino pendenciero
Rescatada es la damisela
Hecha una autentica pena
Mira a su seguro servidor… digo, salvador
Con ojos de sincero y profundo ardor
Ya queda el príncipe alelado
Y dícele con cara de tonto enamorado
Oh! princesa de desmesurada e imprecisa belleza!
Cuya marítima mirada me hace perder la cabeza!
Oh! Dama de muy generosas proporciones
Y voz no apta para canciones
Oh! Mujer de piernas abruptas y fantástico talle
Con la que no pasearía jamás por la calle
¿Quiereste conmigo casar?
Contesta ya y no me hagas esperar!
¿No ves que sufro y tengo canguelo?
Contesta, responde ya, dí melo!
O mejor no respondas aún, por piedad
Contéstame después de la publicidad.