Si, el Sr. Calderón de la Barca tenia razón.
En estos dias, casi como una mala costumbre, me da por hacer repaso a todo el año. Cuando llega el dia del aniversario en que nací, me da por ponerme trascendente y darle dos vueltas a lo que ha pasado y a lo que pasa en mi vida.
Si alguien me hubiera dicho en lo que iba a estar metido en estos dias, no lo hubiera creido. Hace años, me dió por pensar que seria bonito que, algún dia, fuera el Sindic de Greuges (Defensor del Pueblo) en mi ciudad. Y si, ahora ando metido en ello.
Sueños.
Suena casi extraño. Un obrero de la educación social, un contador de historias, un titiritero medtido a defender a la ciudadania de los extravios del poder. Y aún así, me veo haciendo esa tarea. Pero Don Pedro tenia razón: los sueños, sueños son y, si os soy sincero, me invade un cierto sentimiento de soledad y tristeza. Quizás el dia lluvioso influye, quizás mi cabezoneria maña heredada (y a mucha honra) me pasa factura, quizás sobrevalore mis fuerzas y mis apoyos pero al final, uno piensa que este buey es demasiado grande como para que me are el campo.
Pero la dignidad es lo último que se pierde (que no la esperanza!) y voy a seguir intentando ser lo que un dia soñe. Le pese a quien le pese y digan lo que digan.
No me gusta el futbol, pero suelen decir que, hasta el último minuto, hay partido.
Dormir, vivir, soñar.
Sueños.
En estos dias, casi como una mala costumbre, me da por hacer repaso a todo el año. Cuando llega el dia del aniversario en que nací, me da por ponerme trascendente y darle dos vueltas a lo que ha pasado y a lo que pasa en mi vida.
Si alguien me hubiera dicho en lo que iba a estar metido en estos dias, no lo hubiera creido. Hace años, me dió por pensar que seria bonito que, algún dia, fuera el Sindic de Greuges (Defensor del Pueblo) en mi ciudad. Y si, ahora ando metido en ello.
Sueños.
Suena casi extraño. Un obrero de la educación social, un contador de historias, un titiritero medtido a defender a la ciudadania de los extravios del poder. Y aún así, me veo haciendo esa tarea. Pero Don Pedro tenia razón: los sueños, sueños son y, si os soy sincero, me invade un cierto sentimiento de soledad y tristeza. Quizás el dia lluvioso influye, quizás mi cabezoneria maña heredada (y a mucha honra) me pasa factura, quizás sobrevalore mis fuerzas y mis apoyos pero al final, uno piensa que este buey es demasiado grande como para que me are el campo.
Pero la dignidad es lo último que se pierde (que no la esperanza!) y voy a seguir intentando ser lo que un dia soñe. Le pese a quien le pese y digan lo que digan.
No me gusta el futbol, pero suelen decir que, hasta el último minuto, hay partido.
Dormir, vivir, soñar.
Sueños.